¿Por qué somos incapaces de leer?

"No leer" es parte de un problema mayor. ¿Cómo ponerle solución?

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Antes de entrar en temas más concretos, quería abordar un temita.

En los últimos días, algunos amigos me han comentado la sensación de estar perdidos, problemas relacionados con la inseguridad, el perfeccionismo o la incapacidad para esforzarse en algo que les gusta.

Hoy te cuento por qué creo que no leer está relacionado con estas sensaciones, cuál creo que es el problema y algunas posibles soluciones. ¡Al lío!

No leo, leo poco y, si leyera o leyese, leería más

Quizá te gustaba leer y ya no lees tanto. A lo mejor te gustaría leer más, o directamente te gustaría que te gustara leer. A mí también me pasa.

Hoy no te voy a descubrir América. Esto ya es el elefante en la habitación: la mayoría de personas pasamos más tiempo del que nos gustaría viendo reels y tiktoks y, en general, perdemos tiempo en redes sociales. Esto lo sabemos todos, ¿no?

Bien, el problema de este hábito no es que te quite tiempo para leer, sino que convierte tu cerebro en una infragelatina incompatible con la misma actividad de leer.

El problema de ver reels y tiktoks no es que te quite tiempo para leer, sino que hace que tu cerebro sea incapaz de leer

Turbogelatina va a toda hostia, pero leer un libro requiere paz mental y sosiego. Las recompensas que te proporciona son puntuales y dosificadas, muchas de ellas a largo plazo. Por eso, un libro o una peli pueden ser memorables, dejarte un recuerdo que dure muchos años.

El ritmo que imponen Tiktok, Instagram o Twitter no solo es rápido. Además te bombardea con estímulos y recompensas inmediatas. Y la mayoría de esos contenidos deja poca o ninguna huella en tu memoria.

El algoritmo se ha asalvajado un poco últimamente. Ya no se trata de ver qué publican tus amigos, sino de entretenerte y retenerte a toda costa.

Las grandes compañías de RRSS ya se enfrentan a demandas masivas por su efecto en la salud mental de los chavales, y estoy seguro de que cada vez se va a hablar más de esto.

Me encantan los reels (están destruyendo mi cerebro), el algoritmo cada vez me los afina más (por favor, sáquenme de aquí)

No leer o leer poco es solo un síntoma.

Pero la sobrexposición a recompensas inmediatas también puede hacer que no seas capaz de esforzarte en un proyecto personal. No solo porque requiere constancia y dedicación, sobre todo porque quizá no puedas aceptar las frustraciones y altibajos propios de cualquier aventura.

¿Mi humilde opinión? Amanecer con Instagram es como desayunar con Coca-Cola; acostarse con Tiktok es como pintarse una raya en la mesilla de noche

Entonces, ¿qué puedes hacer para leer más?

No voy a aconsejarte que silencies las notificaciones o que te compres una radio despertador y amanezcas cada mañana con la Cadena SER (hazlo).

Pero Turbogelatina va de leer y escribir, y hoy vengo a decir: la incapacidad para leer no es el problema, pero leer sí puede ser parte de la solución.

La incapacidad para leer no es el problema, es solo un síntoma. Pero leer sí puede ser parte de la solución

Si quieres leer más, prueba esto

Venga, ahí van unos turbo-consejos para reconciliarse con el hábito de leer:

• No leas libros que crees que hay que leer, lee libros que crees que te pueden gustar. Puedes dejar libros a medias y probar con otros, no pasa nada. Leer clásicos está bien, pero si el cerebro te pide vídeos de gorilas lanzando sus excrementos al público del zoo, mejor no te obligues a leer Moby Dick todavía.

• Prueba a leer relatos. El relato corto es mi género favorito, muy popular en Estados Unidos y a veces olvidado en España. Te permite empezar y terminar una historia de una sentada. Por ejemplo, ahora estoy leyendo Cuentos para leer con la luz encendida (Blackie Books, 2022). Es una selección de los cuentos favoritos de Alfred Hitchcock, historias de suspense escritas en su mayoría por mujeres. Pepino.

• Lee humor. A veces, da la sensación de que el humor no es Alta Literatura. ¡Ahí se pudran! Eduardo Mendoza no solo es graciosísimo, también es un escritor increíble. No sé, lee el primer capítulo de la Guía del autoestopista galáctico y me cuentas. O lee Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, una historia de un golfo porreta que debe resolver la desaparición de su hermano en Barcelona. ¡Es un buen libro, te lo juro!

• ¿No quieres leer? Puedes jugar a un videojuego, ver una película o una serie; puedes ir al cine, a un concierto o al teatro. Todas estas actividades son puertas de entrada a nuevas historias y te generarán menos ansiedad que cualquier red social.

Si no lees, que sea porque no te da la gana, no porque no puedes

¿Tienes tus propios métodos para que Tiktok no convierta tu cerebro en gelatina? ¿Hay alguna rutina que te ayude a detener la mente y leer hasta el amanecer? Compártela en los comentarios del post.

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